Identidad con valores
Innovación social
Dirección de arte
2022
Barnahaus
Un proyecto para transformar la sociedad. Un proyecto que me transformó.
Barnahus es una idea innovadora que imagina un espacio de atención integral para víctimas de violencia sexual durante la infancia y la adolescencia. Impulsado por el departamento de Igualdad, Justicia y Políticas sociales del Gobierno Vasco se configura como un espacio de atención integral donde todos los agentes implicados se coordinan y trabajan para atender a las víctimas bajo el mismo techo.
Sin papeleos, sin derivar a mil ventanillas, sin visitar innumerables departamentos o incluso sedes. Barnahus es un punto único.
Este punto de partida nos llevó rápidamente a la metáfora de un refugio propio, casi un universo de protección, al que fuimos dando vida.
Porque aquí la comunicación necesitaba ser algo más que una identidad visual o unos contenidos. Tenía que ser la osamenta que permitiera al arte crear un todo en torno a las personas.
Descarga el manual de marca
Cliente: Gobierno VAsco
Trabajo realizado en mi etapa en la agencia de Publicidad Sormen Komunikazioa. (Dirección de Creativa y Arte).
Diseño Blender personajes y motion: Borja Romero.
Diseño corpóreo personajes: DT Creativos.
Copys: Sir Mortimer.
Cuando un logo o un manual de marca no bastan: comunicación como herramienta total y social
Barnahus aspira a ser un servicio donde encontrarte arropado y atendido. La misma palabra, de origen islandés, se traduce como la casa de los niños. Eso nos dio una pista muy importante del camino que teníamos que desbrozar. No se trataba de mensajes, sino de crear un hogar, casi un universo paralelo al que dotar de sentido y vida.
Un todo centrado en la experiencia de las víctimas que apoye en todo y no interfiera en nada. Para ello, marcamos tres hitos principales en nuestro camino:
1 – Un proyecto único necesita un enfoque holístico
Barnahus es pura innovación social. Plantea un contexto pocas veces trabajado a nivel mundial: la atención de un colectivo tan vulnerable, poniéndose única y exclusivamente en sus ojos.
Eso requería no centrarse en nuestra forma de trabajar. Pasar de la comunicación y de la experiencia de usuario a entender a la persona bajo una visión integral e integradora. Y humana, muy humana.
2 – No bastaba con diseñar: el Feng Shui como herramienta creativa
Esta necesidad de visión total también nos exigía no limitarnos a nuestras herramientas habituales. No quería basarme en las disciplinas creativas que sí o sí tocan, sino arrancar del pensamiento creativo y llevar a las soluciones que me permitieran cumplir los objetivos ambiciosos de este proyecto.
Por eso recurrí al Feng Shui para apoyar la comunicación clara y la experiencia de usuario. Me parecía la forma más adecuada de que este universo por crear entendiera la realidad de niños y jóvenes a través de sus ojos.
Por eso, en el brand book incorporamos conceptos como armonía, texturas, reminiscencias, olores, sonidos… porque al final Barnahus no debía ser una oficina, sino ese espacio reparador concebido como un todo.
3 – Un universo debe tener sus propios habitantes
¿Cómo crear los habitantes de este universo para que las víctimas de violencia sexual infantil y juvenil las sintieran como suyas?
- Se diseñaron utilizando círculos áureos, porque quieren ser armoniosos y aportar paz.
- Poseen texturas inspiradas en los materiales del Feng Shui para aportar mayor bienestar.
- Cada personaje tiene su propia personalidad porque representan a una de las funciones que ofrece el servicio integral de Barnahus (recibir, acompañar, servicios médicos, psicológicos, jurídicos, forenses, de apoyo a la familia, etc.). (gráfica con los elementos: fuego, agua, etc.)
Los personajes son la metáfora visual que les ayuda a conectar la dura realidad con la paz de Barnahus. Y son tan importantes que hasta forman su logotipo.
Porque, insisto, esto no iba de crear un manual de identidad de marca, sino de ser el big bang de un universo protector único.
De la experiencia de usuario a la humanidad
Para crear este universo seguro desde una visión holística y humana, y como una herramienta de verdadera comunicación transformadora, planteamos que el proyecto tuviera al menos 4 dimensiones:
1 – Dimensión visual: el nexo gráfico entre los real y lo ideal.
¿Lo normal cuando te piden diseñar una marca, verdad? Está claro. Pero no nos conformamos con crear un logotipo y su paleta de colores. Tarjetas, papelería, web. De acuerdo, todo eso es necesario. Pero no lo importante, en este caso.
Si Barnahus es un universo, necesita su personalidad y sus habitantes, los personajes-marca, que te he explicado antes. Elementos que apoyen. Mensajes de paz. Color. Textura. Armonía. Ese algo que cuesta tanto explicar y, sobre todo, olvidar.
2 – Dimensión espacial: la armonía persona-espacio
Barnahaus es más que un servicio. Incluso más que una marca. Tiene vida. Sustancia. Debe “estar ahí”. Apoyando. Por eso el espacio se concibió como un vector corporativo más, ocupado de forma consciente y armónica.
Una vez más, nos apoyamos en la visión milenaria del Fend Shui: paz, bienestar, equilibrio, armonía y comodidad serán necesarios para construir los espacios presenciales y online.
3 – Dimensión emocional: debemos adaptarnos a la situación de las víctimas
Barnahus te acompaña activamente. Salvo que no quieras. Los elementos y actividades se plantearán como interactivos y tuneables por parte de peques y adolescentes. Entrarán en juego los cinco sentidos: armonía visual (ver), texturas (tocar, sentir), fragancia (oler, mmm), sonidos (recuerdos) y sabores (relax).
Y también tuvimos en cuenta la omisión. No molestar. Dejar fluir en los momentos duros. Porque la armonía sin flexibilidad no es armónica. Y eso también es Feng Shui. Todo esto lo sintetizamos en una palabra maravillosa: ¡achuchable!
4 – Dimensión verbal: No me aturulles.
El lenguaje administrativo y legal no se caracteriza por su claridad. Si además se unifican profesionales de diferentes disciplinas, nos daba mucho miedo que las palabras y las formas fueran un freno y no una ayuda. Por eso, declaramos prohibidos la jerga, los tecnicismos y el barroquismo verbal.
En el universo Barnahus se intentará simplificar al máximo todos los procesos y trámites. Eso incluye la identidad verbal. La forma de hablar. Los contenidos deberán estar adaptados a diferentes franjas de edad. Se explicarán claramente los objetivos de todo lo que se haga. Las veces que haga falta.
Conclusión: Una marca infinita
¿Dónde acaba nuestro manual de marca? ¡Sorpresa! No acaba.
Porque Barnahus es mucho más que imaginar y aplicar un logo o unos colores. Unos mensajes clave. Un tono de voz.
Mi visión de la comunicación transformadora es que sea estratégica, evolucionable y escalable. Viva. Experiencial. Y, por tanto, infinita. La “filosofía” de la marca que planteamos podría aplicarse a su web, app móvil, vídeos corporativos, documentos para trámites, protocolo de procesos, material didáctico, visuales impresos… Y, ¿por qué no? Todo un storytelling orgánico para unos personajes-marca tan poderoso: cuentos, videojuegos, contenido en redes sociales o actividades in situ.
¿Por qué no un metaverso Barnahus? El límite está en nosotros.
Y nosotros no tenemos límites 🙂
Ojalá el universo Barnahus siga creciendo y ayudando a quienes lo necesitan.